¿Por qué el ser humano tiene la constante necesidad de compararse?
¿Uno es uno mismo, o realmente es una copia de los demás?
¿Realmente uno viste lo que le gusta o viste lo que se lleva?
¿Uno dice lo que piensa o piensa lo que debe decir ?
¿Uno come lo que le gusta o lo que le dicen que debe comer?
Una cosa es comer sano y otra es llegar al punto de que los productos light estén mejor vistos que un filete con patatas.
Llegamos a un nivel donde hay que seguir los cánones de la sociedad y si eres diferente, eres el rechazado.
Y no nos damos cuenta de que si realmente se perdiese el individualismo y la diversidad, la sociedad se volvería monótona y unísona.
Cada uno tiene que destacar sus diferencias sin miedo a ser desigual.
Es muy bueno ser distinto ya que crea diversidad, nuevas formas de aprender y nuevos puntos de vista.
Es normal que tengamos patrones comunes con otras personas, pues somos muchos y de la misma clase animal; habrá cosas que se repitan como gustos, tendencias, ideas... pero no elimines las disimilitudes, recuerda que los que cambian el mundo son los que hacen algo diferente.
No nos convirtamos en clones. Haz algo porque realmente te gusta y no porque los demás lo hacen.
¡Sé tú mismo! ¡Nos gusta la gente auténtica!